Hay muchos olores que a un malagueño le recuerda su ciudad cuando vive en otro lugar, pero un olor característico de Málaga en primavera es su olor a azahar. Ya sabéis, el azahar son esas flores blancas que echan los naranjos y limoneros durante los meses de marzo hasta mayo, y que luego se convertirán en naranjas y limones.
La palabra azahar provine del árabe clásico az-zahr, que significa flores. Para mí, es sin duda una de las palabras más bonitas de vocabulario español. Esta flor tiene propiedades terapéuticas. Se dice que es buena para el colesterol, la ansiedad, la indigestión o el dolor de garganta. Se suele tomar como infusión.
Si has venido a Málaga durante los meses primaverales y has paseado por calle Alcazabilla, Paseo del Parque, Plaza de la Merced y otras tantas calles, donde el naranjo se ha convertido en un árbol ornamental, no podrás olvidar este olor. Aunque esté en cualquier rincón del mundo, si hueles una flor de azahar, te llevará directamente a las calles de la ciudad de Picasso.
¡Ven a Málaga en primavera y disfruta del perfume que desprenden sus calles!
