Los 10 Errores más Comunes de Aprender un Segundo Idioma y Cómo Evitarlos

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Aprender un segundo idioma puede llegar a parecer realmente imposible para muchas personas, sobre todo cuando comienzan a dar sus primeros pasos (y tropiezos) en el proceso y notan que no avanzan tanto como les gustaría. Pues bien, sea cual sea tu nivel actual, queremos que sepas que equivocarse es parte del aprendizaje y que puedes hacer mucho para conseguir con éxito tu objetivo. Por ejemplo, hoy te compartimos estos 8 errores comunes de aprender un segundo idioma y cómo evitarlos.

Afina los sentidos y aprende a reconocer estos fallos habituales y verás cómo tus habilidades gramaticales y lingüísticas alcanzan el TOP:

Practicar solamente diálogos simples o poco realistas

¿Quién no ha comenzado sus estudios de un nuevo idioma y no se ha enfrentado a esto? Ejercicios con diálogos robotizados, escenarios donde las personas intercambian fríamente saludos ultra formales, listas con diálogos simples sin contexto alguno o con expresiones que jamás oiríamos en un entorno cotidiano y demás.

Esta práctica suele estar muy bien para enseñar a los niños las bases de un nuevo idioma, pero la realidad es que no bastan para un dominio real y avanzado.

Si quieres tener una base sólida que te prepare para comunicarte de manera efectiva con los demás, es esencial que incluyas en tus ejercicios escenarios realistas con personas que genuinamente interactúen entre ellas, con diálogos naturales y con un contexto rico.

Algunos ejemplos que puedes tener a la mano son historietas cortas, cortometrajes, comerciales, escenas de películas, monólogos… Observa cómo personas reales usan el idioma para transmitir ideas complejas y notarás rápidamente la diferencia en tus habilidades.

Tener miedo a equivocarse

Tener miedo a equivocarse es el error más común a la hora de aprender un segundo idioma y esto es una realidad prácticamente a lo largo y ancho del mundo, en cualquier punto de la historia.

Bueno, probablemente estemos exagerando un poco, pero solo queremos que entiendas que no serías la primera persona a la que le pase.

Esto es completamente normal, ya que nuestro cerebro nos configura tanto para ser seres sociales, como para conseguir la aprobación de quienes nos rodean, y comunicar mal nuestras ideas de cierta manera nos hace sentir expuestos o frustrados.

No hay una mejor manera de evitar este fallo que respirar profundamente y practicar, incluso cuando a veces sintamos un poco de miedo o vergüenza. Con el tiempo la sensación desaparecerá y descubriremos que, lo que antes era una caminata, ahora será una carrera hacia el dominio del idioma.

No cultivar la motivación

Muchos estudiantes cometen el error de iniciar el aprendizaje de un segundo idioma sin una motivación más allá que la curiosidad, y si bien esta, de por sí, es una buena razón, no siempre es suficiente para que logren superar los tropiezos en su aprendizaje, convirtiéndose este en un error muy común que hace a muchos abandonar su proceso.

Para evitar esto, es importante que, como estudiante, cultives esa motivación con razones de peso que te hagan recobrar la ilusión y las ganas de aprender.

La búsqueda de un «por qué» personal puede venir en muchos formatos, ya sea el deseo de viajar y conocer nuevos lugares y personas, la posibilidad de conectar a profundidad con una nueva cultura, un mejor trabajo, el acceso a mejor educación y mejor estilo de vida, etc.

Cultiva tus metas a futuro y tradúcelas en objetivos que puedan mantenerte en movimiento.

No conectar con personas que hablen o practiquen el mismo idioma

Los libros y las aplicaciones están muy bien para aprender nuevos idiomas, pero muchos estudiantes se quedan ahí como una vía única de aprendizaje, lo que a la larga es un error.

Si quieres aprender un nuevo idioma y quieres que este te sea realmente útil para comunicar tus ideas, es clave que te conectes con otras personas que hablen o que al menos practiquen esta segunda lengua que deseas aprender.

Esto no solo te mantendrá motivado, sino que te ayudará a asociar modismos y elementos tanto del lenguaje como de la gramática que son casi imposibles de aprender sin contacto humano.

En este sentido, las aulas interactivas, los profesores particulares e incluso las redes sociales pueden ser herramientas de gran apoyo.

Aprender un lenguaje demasiado formal

Es innegable que las palabras formales son importantes en determinados contextos, pero muchos estudiantes cometen el error de obligarse a sí mismos a memorizar estructuras enrevesadas y palabras realmente complicadas para sentir que mejoran en su dominio del idioma, cuando en realidad retrasan su propio crecimiento con conocimientos que probablemente no usen jamás.

Lo importante de aprender un segundo idioma es que este te sea útil en situaciones cotidianas, por lo que debes incluir en tu hoja de ruta y en tus prácticas el dominio de frases y palabras que realmente tengan relación con tu día a día.

Enfócate en ir escalando de lo más cotidiano a lo más complejo y siempre relacionado a tu entorno, ya sea laboral, personal o académico.

Ignorar la cultura que rodea al nuevo idioma

El idioma es uno de los pilares fundamentales dentro de la cultura de cualquier país del mundo y viceversa. Por este motivo, ignorar todos estos elementos culturales que impregnan el segundo idioma que deseas aprender es un error, y sumamente grave, además.

Si aislamos ambos factores, por ejemplo, podríamos estar usando frases que, si bien no son ofensivas en tu primer idioma, sí pueden serlo en el segundo.

Puedes usar libros de la región, seguir a figuras representativas, consultar con profesores nativos, ver películas, escuchar música e investigar a profundidad para ir descubriendo estos matices que dan forma a los modismos y contextos de cada país.

Enfocarse únicamente en la gramática o en la escucha

El aprendizaje de un nuevo idioma usualmente requiere del desarrollo y entrenamiento de diversas habilidades, como pueden ser la capacidad para decodificar la gramática, identificar las fonéticas singulares (las cuales pueden ser o no comunes a tu idioma de origen) y el desarrollo de un sentido del habla que va más allá de la literalidad de una frase (como puede ser, por ejemplo, la intención detrás de un refrán).

Muchos estudiantes suelen cometer el error de hiperfocalizarse en el desarrollo de una de estas habilidades y descuidan el resto, lo que les hace ineficaces para aplicar el idioma en muchos contextos.

Si queremos tener un dominio fluido e integral de un segundo idioma, es clave invertir nuestro tiempo en practicar y fortalecer todas las áreas, tanto el habla como la escucha, la intención y la gramática.

Frustrarse al escuchar a los nativos del nuevo idioma

Muchos estudiantes cometen el error de comparar su dominio de un segundo idioma con el de los nativos, y si bien es una práctica que nos puede ayudar a entender puntos clave en los que podemos mejorar la pronunciación o cómo darle un uso más natural al lenguaje, esto puede ser una fuente constante de frustración, sobre todo en aquellos que tienen mucho tiempo practicando y creen que sus esfuerzos para alcanzar la fluidez han sido en vano.

Es importante que recordemos que esto no es así y que no es más que el producto de tener un estándar injusto.

Con quien nos debemos comparar es con nuestra versión del pasado y, a partir de ahí, plantearnos metas que nos permitan seguir avanzando.

Como todo en la vida, dominar un segundo idioma requiere tiempo y constancia. Algo que incluso los nativos en un idioma han necesitado para desarrollar su vocabulario y fluidez.

Traducir literalmente al segundo idioma

Este es un error casi canónico en cualquier proceso de aprendizaje, y es que nuestro cerebro se ha habituado a «pensar» en nuestro idioma de origen mediante un proceso casi automático, por lo que la mayoría de los estudiantes tienden a construir oraciones y traducirlas en su mente para luego verbalizarlas.

Si bien esto es entendible desde un punto de vista humano, acostumbrarse a este mecanismo suele generar fallos comunes, como frases mecanizadas, expresiones poco naturales, lentitud o superficialidad al compartir ideas, y demás.

Para evitar esto, es clave que practiquemos frases y expresiones que en nuestra mente tengan un sentido propio y que podamos usar sin traducir en su debido contexto. Intentar «pensar» en este segundo idioma que deseamos dominar suele ser un ejercicio útil.

No tener un programa o plan definido

El éxito detrás del aprendizaje de un segundo idioma parte de la motivación (el por qué lo deseamos o lo necesitamos) y los pasos que seguimos para llevarlo a cabo. La mayoría de los estudiantes autodidactas o que practican por cuenta propia fallan en la segunda.

Si queremos tener un proceso de aprendizaje eficiente, rápido y bien encaminado, es importante plantearse metas realistas a corto, mediano y largo plazo, así como tener un plan de estudio, referentes y, en el caso ideal, profesores que conozcan la materia y las mejores prácticas.

Ten en cuenta todos estos errores comunes de aprender un segundo idioma para que logres identificarlos con anticipación y prepara para ellos planes de contingencia como los que te hemos ido mencionando, para que logres canalizar un conocimiento pleno, útil y fluido para tu nuevo idioma.

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